Las lámparas de sal se crean artesanalmente perforando una piedra de sal, la mayoría de ellas provenientes de las salinas del Himalaya y también se utilizan en cuencos son piedras mas pequeñas

En su interior hay una bombilla de luz incandescente que junto con los efectos de la roca producen una luz tenue. Sin embargo, no solo se trata de una lámpara normal y corriente, son muy recomendables para purificar las energías tanto del hogar como de nuestro organismo, ya que producen iones negativos que producen efectos beneficiosos sobre el organismo y el entorno.

La preocupación de quien tiene una o está pensando en comprarla es cómo cuidar este tipo de lámparas y cómo se limpian.

La limpieza:

Si te preguntas cómo cuidar una lámpara de sal debes saber que no tiene muchos cuidados, pero sí conviene tener en cuenta algunos aspectos. Además no se pueden limpiar con productos de limpieza químicos al igual que hacemos con las lámparas convencionales, ya que podrían estropearla y en estos casos las lámparas de sal se derriten o deshacen.

Para limpiar tu lámpara de sal lo mejor es coger un paño húmedo y frotarla suavemente. Hay que mantenerla limpia de polvo y puesto que absorbe las partículas conviene limpiarla más de vez en cuando. Utiliza un paño delicado humedecido con agua tibia pero no demasiado empapado.

Es importante que no metas tu lámpara de sal en el lavavajillas ni la sumerjas en agua o debajo del grifo puesto que podría estropearse. De hecho, conviene colocarla en algún sitio donde no haya humedad excesiva o, por lo menos, no en una alta proporción. Si no la usas en un tiempo prolongado lo mejor es cubrirla con una bolsa de plástico. Una vez humedecida con el trapo déjala secar.

Además, debes saber que para que tu lámpara funcione mejor debes dejarla encendida el mayor tiempo posible ya que al calentarse aceleran la ionización.

Cómo limpiar una lámpara de sal
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