Los aceites esenciales son productos naturales, usados con fines terapéuticos. Se obtienen de las raíces, las semillas, las flores y la corteza de las plantas.
En el hogar se pueden usar de múltiples maneras, ya sea para crear espacios más relajantes, equilibrados o agradables o para potenciar la creatividad o el buen estado de ánimo.
Para aprovechar todas sus bondades y sacar el máximo beneficio asegurate de que son naturales y no sintéticos, ya que estos últimos son menos efectivos. Mientras que algunos suelen aplicarlo en la piel, otros prefieren aprovechar su aroma y diluirlo en agua en un difusor. A continuación, algunas recomendaciones para usarlos a diario en el hogar.
Difusor aromático
La manera más sencilla y habitual consiste en colocar un difusor aromático eléctrico en casa. Hay algunos que funcionan calentando el agua y otros mediante vibraciones ultrasónicas que crean una especie de niebla fresca alrededor del aparato.
Si dejás las puertas de las habitaciones abiertas, estos difusores suelen abarcar bastante espacio en la vivienda. Diluí de 4 a 5 gotas de los aceites que quieras en un poco de agua y encendelo.
Spray instantáneo
Consiste en reutilizar un frasco de spray para introducir el aceite esencial elegido y diluirlo en un poco de agua, agitar e impregnar en los lugares que quieras. Es un método ideal para combinarlo con otros más duraderos, de manera que podamos potenciar el olor de la fragancia en momentos determinados.
Varillas de rattan o bambú
Aromatizan la casa de manera suave y gradual y son un elemento decorativo. No necesita electricidad y podés renovar las varillas vos mismo siempre que veas que estén saturadas. Evitá las fragancias sintéticas que venden ya preparadas, y de las cuales no solemos saber los ingredientes, y elegí aceites esenciales diluidos en algún aceite vegetal como, por ejemplo, el de almendra.
Aceites esenciales en la almohada
Si teneés problemas para conciliar el sueño o solés levantarte durante la noche, los aceites esenciales pueden ser una opción para mejorar este problema, ya que tienen propiedades terapéuticas adecuadas para tratar algunos trastornos leves de salud como, por ejemplo, el insomnio.
En este caso, se recomienda optar por aceites como el de lavanda, manzanilla o jazmín. Podés impregnar un pañuelo con unas gotas del aceite justo antes de acostarte y colocarlo junto a la almohada. De este modo, irás respirando el aroma a lo largo de la noche.
Bombillas aromatizadas
Consiste en aplicar unas gotas de los aceites esenciales en una bombilla mientras esté apagada. De este modo, al encenderla, irá desprendiendo el olor a medida que se caliente. Es un método adecuado para hogares pequeños y momentos puntuales, ya que funciona a corto alcance. Recordá tener ciertas precauciones y no dejarla prendida al salir de casa.
Limpiador del hogar con olor
Una buena limpieza es imprescindible. Por este motivo, otra manera de impregnar la casa con rico olor consiste en añadirlos en pequeñas cantidades a los productos de limpieza de suelo y superficies.
Podés usar aceites esenciales con propiedades limpiadoras y antisépticas, como el limón, menta o lavanda. De este modo, multiplicaremos la sensación de pureza y frescor del hogar y combatir todo tipo de gérmenes.
Con el suavizante de la ropa
Añadí unas gotas del aceite esencial junto con el suavizante del lavarropas. Los aceites esenciales recomendados son los de fragancias cítricas, como naranja, pomelo, mandarina. O, bien, florales, como rosa, lavanda o jazmín. De este modo, toda la ropa y tejidos del hogar mantendrán los aromas durante más tiempo.